domingo, 6 de marzo de 2011

¿Dónde está? 39ª prueba


Como viene siendo costumbre, la señorita Milagros (a quien desde aquí felicitamos por su exitosa participación en la Olimpíada de Biología) acertó sin mucha tardanza que las fotos anteriores correspondían a Gerona y Cracovia. ¿Qué tienen que ver? En principio, nada; sólo se asemejan en la mirada que les dedicamos, en cómo el objetivo se somete al trenzado de la verja. Sobrepasado ese obstáculo, descubriremos dos hermosas ciudades en las que a uno no le importaría vivir. Huelen a serenidad, incluso si se visitan en verano -que es cuando podemos hacerlo nosotros, los docentes- porque, aunque plagadas de turistas, hay en ellas una suerte de temperatura que invita al sosiego.

Es muy recomendable caminar por las calles de Gerona ("Gerunda", en latín, de ahí su gentilicio), incluso atreverse a montar en el trenecillo turístico que amenaza con toparse con los muros en cada recodo. Así o a pie, que también es placentero, recorreremos el casco antiguo, las casas colgadas sobre el río Oñar, la rambla de la libertad, la judería... Y cuando nos cansemos, podemos quedarnos a cenar en alguno de los pequeños restaurantes cercanos al río, donde se marida la comida tradicional con exquisiteces a la francesa, siempre bienvenidas. Si disponemos de más tiempo, no deberíamos dejar escapar la ocasión de conocer la provincia: la Costa Brava es una maravilla pero, eso sí, en verano habremos de armarnos de paciencia porque las retenciones en la autopista son interminables. A mí me recordaron un cuento de Julio Cortázar, "La autopista del sur", porque casi nos lanzamos todos los presentes a la calzada, presas de la desesperación y de no tener siquiera unas agujas de ganchillo o un crucigrama que llevarnos a los dedos. Otro día volveremos.

Cracovia es una villa considerada una de las ciudades más bellas del mundo. No sé si sea para tanto, pero merece la pena asomarse por allí: la ciudad medieval (Stare Miasto), la colina de Wawel, las muestras de arte gótico, renacentista y barroco, el toque de trompeta cada hora desde la torre de la catedral, la plaza del mercado (una de las más grandes de la Europa medieval, una preciosidad), la lonja de los paños, el ámbar (compra inevitable) o la curiosidad de ver algunos de los lugares donde se rodó "La lista de Schindler", de Steven Spielberg, son algunas de las razones que puedo recordar como suficientes para dejarse caer unos días junto al vío Vístula. Por no hablar de un sacerdote muy joven y guapo, airoso de sotanas, que hizo las delicias de cuantas mujeres nos disponíamos a subir al campanario de Wawel. Por su culpa, por su gran culpa, porque todas nos hacíamos cruces - qué mejor manera de demostrar nuestra incredulidad ante la belleza humana que allí se estaba desperdiciando- nadie escuchó como es debido, con respeto y admiración, la leyenda de la campana de Segismundo, que había que tocar, como tantos otros objetos que se nos ponen por delante en el ancho universo de las supersticiones, para ver cumplidos nuestros deseos.

Y ahora, como siempre, os propongo fotos nuevas, a ver qué me contáis. Pertenecen las cuatro imágenes a una misma población.

3 comentarios:

  1. Muchas gracias por lo que me has puesto, señorita María José =). Me ha parecido muy gracioso lo que dices del sacerdote muy joven y guapo jajaja. Y estas fotos a ver por dónde las ubicamos... por lo pronto las situaría en el norte de España por los tejados de pizarra... iré buscando.

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  2. Bueno, ya está bien de que lo gane todo Milagros... ¡Egoísta! Que no dejas na' pa' los demás.
    Ale, esta vez me toca a mí probar suerte con las foticos. Si no me equivoco, las imágenes corresponden al municipio catalán Esterri D'Àneu, de la provincia de Lérida. La iglesia, por lo que sé, es la parroquia de Sant Vicenç. Y poco más puedo decir, que es un pueblecito monísimo, como todos los pirenaicos.
    P.D.: Mª José, si pretendías que las fotos duraran un mes, ya ves que no.

    Por mi parte, ya está todo dicho :) ¡¡Saludos a todos!!

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  3. Sí, Esterri D'Àneu, sí. En el mismísimo Pirineo leridano. No sé qué os haría... Qué manera de quitarle misterio al asunto.

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